Carta de un anciano

He estado pensando en ti, en los movimientos ínfimos y oscuros de cada una de tus células, del abarrotado vínculo de los poros de la piel, del sereno y hastiado jergón por el que se desliza tu sangre.

He pensado en ti, mirando a la luna y escondiéndome del sol, porque tú eres eso, deseo en la nocturnidad, con alevosía, con viveza, con fragancia. Eres y al ser, respiras y sientes. Vives.

Quizá esta carta te resulte ridícula e infantil, pero tenía que escribirla, a ti, sólo a ti. No es un producto de la desesperación, tampoco de amor, sino el fruto de los pensamientos encontrados en los que se sumerge un anciano que ha vuelto a vibrar.

Ahora serás tú la que estés pensando que soy un viejo verde, al que ni conoces y al que domina la lascivia, y puede que sea así, pero hay algo más, un ocasional hálito de vida que has despertado, un regalo y, además una frustración, porque jamás podré disfrutar del rosa de tus labios, de la palidez de tu rostro, jamás podré acariciar tus mejillas, ni el pecho redondo y altivo que corona tu vientre. Jamás.

Te preguntarás de qué te conozco. No me conoces, yo quizá sí, mi vida se traduce en un caleidoscopio a través de mis gafas pasadas de moda. Te observo cada día y te acompaño, cuando haces la cama, y cuando la deshaces, a solas o acompañada por alguno de tus amantes ocasionales que te satisfacen poco o nada, no te preocupes, no voy a entrar en detalles. Pero, a esos dos habituales no los miro, me hace daño ver cómo te acuestas con ellos, tus sentimientos se muestran de alguna forma y haces el amor diferente, con más cuidado y con más energía y me siento desplazado, fuera de ti.

¿Loco? No lo estoy, simplemente he pensado mucho en ti y en cómo cuidarte, mientras esté en este mundo o cuando falte de él. Quizá me sientas en un roce en el supermercado o en la parada del bus, pero no te asustes, hay barreras que el amor no puede superar.

Esta mañana amaneciste algo triste. Pero hay alguien a quien un solo destello de tus pupilas hace feliz.

Te llevo conmigo.

E.A.I.

Go Top